10 consejos que debes saber antes de traer a tu hijo al dentista por primera vez

 

  • No esperes a una situación de urgencia: es difícil que tu primera experiencia sea positiva si vienes con el stress y la ansiedad de un dolor de muelas o después de un fuerte golpe en los dientes y además no conoces la clínica ni a nuestro equipo.
  • Considera la posibilidad de concertar una cita por la mañana si tu hijo es muy nervioso, es cuando los niños tienden a estar descansados y cooperativos. Evita si es posible la última hora de la tarde o la hora de su siesta, si están cansados suelen estar más irritables y prestar menos atención.
  • Trae el cepillo de dientes, la pasta y todo lo que utilices para limpiar los dientes de tu hijo. De esa forma podremos valorar si son adecuados y enseñarte a usarlos correctamente o algunos trucos para hacer del cepillado un momento más relajado.
  • Es preferible que el niño haya comido algo ligero antes de la visita para que no tenga hambre durante la misma. Pero recuerda cepillarle los dientes antes de llegar para que los restos de comida no dificulten la exploración de posibles caries.
  • No le recuerdes al niño la visita con demasiada antelación. Basta con explicarlo el día anterior, sin darle excesiva importancia, como algo divertido y feliz. Ejemplo: vamos a ir al dentista para que mire cuántos dientes tienes.
  • No le cuentes a tu hijo experiencias propias pasadas desagradables en tus visitas al dentista. Tampoco permitas que los demás lo hagan o réstale importancia (¿cómo te sentirías si todo el mundo pusiera cara de miedo cuando les dices que vas a ir por primera vez a un lugar?)
  • No muestres señales de ansiedad o preocupación. Los niños pueden dejarse influir por nuestras emociones, así que sé positivo.
  • No utilices nunca una visita al dentista como un castigo o amenaza.
  • No sobornes a tu hijo para conseguir un comportamiento concreto. Cuando termine la visita entre todos reforzaremos lo positivo de la visita con nuestras palabras de felicitación y nuestra sonrisa. “Si te portas bien, te compraré …”. En vez de premiarles con algo material es preferible planificar alguna actividad que le guste para después de la visita a nuestra clínica (la idea de hacer algo agradable después supone un estímulo positivo). Ejemplo: jugar a un juego que elija él/ella, ir al parque con sus amigos/as, preparar su comida favorita, ir de excursión en familia, etc.
  • No mientas a tu hijo/a. Por lo general, los niños pierden la confianza siempre que les mentimos, por eso siempre les explicamos lo que haremos en un lenguaje que comprendan y que les permita estar cómodos.
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