¿Los niños tienen que utilizar el hilo dental?

Hoy quiero hablaros de algo que me parece de extrema importancia: el HILO DENTAL. La mayoría de niños que acuden a la clínica no utilizan el hilo dental entre los dientes (yo casi diría que el 95% de ellos). Pero eso cambia en cuanto nos visitan y les explicamos los peligros de no utilizarlo.

Entre los dientes quedan muchas bacterias y restos de alimentos que no podemos eliminar con el cepillo dental (con ninguno de ellos) ni con los enjuagues bucales (por mucho que nos quieran decir en los anuncios de la tele). Así que si no utilizamos la seda o hilo, estamos dejando “sin limpiar” entre el 30 y el 40% de las superficies de los dientes.

Podéis hacer la prueba, aunque no es muy agradable: si hace tiempo que no usáis el hilo dental, probad a pasarlo entre dos muelas y después acercarlo a la nariz, eso os dará una idea de la gran concentración de bacterias que pueden acumularse en esa zona.

Aunque requiere cierta destreza, pasar el hilo dental es un hábito que cuanto antes instauremos en el niño, más repercutirá en la salud de sus dientes y encías, evitando caries y gingivitis. Como todo, hay que tener un poco de paciencia y recordar que existen aplicadores de seda muy cómodos para ayudarnos en esa tarea. Hasta los 7-8 años es una tarea que deben realizar padres y cuidadores para asegurarnos de que se realiza correctamente, al igual que el cepillado. Es suficiente con realizarlo una vez al día, preferentemente por la noche.

Hay que empezar a pasarlo en la boca del niño cuando veamos dientes que tienen contacto entre sí, donde haya espacios no es necesario. Por eso, si lo pasamos entre las muelas de leche evitaremos la mayoría de caries que puede tener un niño, ya que las caries en la superficie con la que masticamos enseguida las detectan los padres y son más fáciles de evitar con el cepillado y la pasta fluorada.

Espero que si no estabais utilizando el hilo dental para el cuidado de la salud bucal de vuestro hijo, lo incorporéis pronto y me podáis contar vuestras experiencias. Recordad que la salud requiere un poco de disciplina pero el resultado merece mucho la pena. Muchos de los padres de mis pacientes se aficionan también a los aplicadores de seda dental, y eso ya sí que me hace feliz!

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